Dos cabezazos para creer y para apagar al Atleti

Dicen que la fe mueve montañas. Osasuna, que veía muy complicado poder meterse de lleno en la pelea por Europa, aprovechó el desplome del Atlético de Madrid en el segundo tramo de competición para reengancharse a la batalla. Y lo hizo con dos certeros remates de cabeza, uno de Alejandro Catena y otro de Ante Budimir, que de nuevo escribió su nombre en los libros de historia del cuadro navarro.
El balcánico igualó el récord de Julián Vergara, que desde la 1935-36 era el máximo goleador del club en una misma temporada en Primera. 90 años han tenido que pasar para que otro depredador del área haya llegado a los 20 goles. Solo Lewandowski y Mbappé le superan en el 'Pichichi'. Increíble.
El Atlético de Madrid empezó su compromiso ante Osasuna bien replegado y dejando hacer a los 'rojillos', que vieron cómo los rojiblancos contaron con dos oportunidades en los primeros instantes. Una en un remate involuntario de Sorloth y otra que fue un centro-chut de Pablo Barrios que se envenenó y que incluso llegó a tocar levemente la madera.
A partir de esa acción, el equipo de Vicente Moreno intercambió los papeles con su rival y se dejó ver por el área de Oblak en varios momentos. Eso sí, sin generar peligro real. Sin embargo, a apenas 5 minutos de la media hora de partido, un córner botado por la derecha de Bryan Zaragoza se convirtió en un caramelo para un hombre: Alejandro Catena. El defensor, que llevaba sin marcar desde noviembre, vio puerta con un testarazo inapelable con hasta cinco jugadores 'colchoneros' encima.
Osasuna sacó rédito de su mayor baza, el balón parado. De hecho, el cuadro navarro es el equipo que más goles ha marcado a balón parado en esta liga. Curioso que haya sido encima ante el que menos tantos ha recibido en remates de cabeza (tres con este). Al Atleti le tocaba replicar y se quedó a un suspiro de celebrar el empate. Un balón de Pablo Barrios desde la derecha al corazón del área y Sorloth, que le comió la tostada a su marcador, se tiró con todo para cabecear la pelota y Sergio Herrera hizo una parada milagrosa en la misma línea de gol.
A la vuelta de vestuarios, Simeone movió ficha dando entrada a Azpilicueta y Samu Lino para cambiar la dinámica del encuentro. Un partido que tuvo que abandonar Pablo Barrios antes de tiempo por culpa de un golpe en la cabeza. Un forcejeo con Catena acabó con un choque del mediocentro con Llorente y fue sustituido por precaucación.
Al margen de ese contratiempo del Atleti, el duelo apenas estaba teniendo chicha en el segundo tiempo. No había ocurrido absolutamente nada en las áreas. Había mucho pasotismo en el equipo visitante, mientras que los navarros se limitaron a dejar hacer a su rival y a dejar pasar el tiempo. El reloj fue corriendo y tanto Sorloth como Julián, los hombres gol de los rojiblancos, también abandonaron el campo sin aportar nada. Ni Griezmann, suplente, fue capaz de agitar el avispero.
Este acto, que estaba sobrando al espectador, cogió el mismo color 'rojillo' tras la aparición de Budimir. El croata todavía tenía un deber que cumplir y era cazar a Julián Vergara, que hasta el día de hoy era en solitario el máximo goleador en una misma temporada en la máxima categoría de Osasuna. De leyenda a otro que va camino de ser leyenda de Osasuna. Frentazo ganador del balcánico tras un centro de Kike Barja para engordar sus números en el curso liguero y llegar a las 20 dianas.
En Pamplona siguen creyendo y más si cabe tras el empate del Rayo ante el Betis. Los dos están igualados a puntos (48) y estas dos últimas jornadas dictarán sentencia. Por su parte, el Atlético de Madrid, irreconocible en esta segunda vuelta, deberá asegurar su presencia en la próxima Supercopa clasificando entre los cuatro primeros. Lo tiene fácil, pero tiene que mostrar más ganas.